Perdido. Serie Inconsciente. 50cm x 65cm
Oleo sobre papel entelado.
“Perdido”
En un territorio donde los límites se deshacen, una figura avanza sin saber si camina hacia afuera o hacia adentro. No hay caminos marcados, solo destellos de colores que se alzan como voces antiguas, invitándolo y empujándolo a la vez. Rojo, dorado, azul… cada tono es un recuerdo, cada mancha un fragmento de algo que intenta volver a ser.
La figura —ni sombra ni cuerpo del todo— parece desnuda de certezas. Su contorno vibra, se quiebra, se recombina como si estuviera hecho de emociones en disputa. A su alrededor surgen otras presencias, borrosas y líquidas, que observan sin juicio, como si fueran testigos silenciosos de un rito que se repite desde tiempos invisibles.
“Perdido”, se dice a sí mismo, pero no con angustia. Porque en este lugar de niebla y fuego, perderse es también una forma de encontrarse. Dejar caer lo que pesa, lo que grita, lo que no coincide. Permitir que el alma se derrita un instante para volver a tomar forma.
La luz, filtrada entre los rojos y ocres, toca su centro. Allí donde parecía haber un vacío, algo comienza a moverse: un pulso, un calor, una memoria que quiere despertar. No sabe si es el inicio o el final, si está regresando a sí mismo o alejándose para siempre, pero comprende que este es su tránsito.
Y aunque no conoce el camino, sigue avanzando.
Porque solo quien se atreve a perderse puede descubrir quién es cuando vuelve a encontrarse.
Esta obra en oleo sobre papel entelado, enmarcada en espacial negro, mide 50cm x 65cm, más el enmarcado. Pertenece a la Serie Inconsciente.
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