Mamá. 35cm x 50cm

En “Mamá” la maternidad se convierte en un susurro visual. A través del dibujo en pasteles tiza grises sobre papel Fabriano, se dibuja la silueta de una mujer embarazada con una delicadeza casi etérea: sus curvas se insinúan bajo un encaje sutil, sus gestos vibran con ternura y anticipación.

No es una representación dramática ni compleja: es intimidad pura. El uso del gris no es un color pasivo, sino emocional; transmite calma, nostalgia, y una belleza serena. El encaje aporta textura y feminidad, sugiriendo vulnerabilidad y fuerza a la vez.

Para mí, esta obra es un homenaje silencioso a la espera, al milagro cotidiano de la gestación. “Mamá” no sólo habla de un cuerpo cambia­do por la vida que crece, sino también de una conexión profunda, de un vínculo que todavía está por explotar en el mundo real.

Al observarla, uno puede sentir ese latido interior, esa ternura íntima que el tiempo no puede apresar. Es un momento detenido, como un respiro antes del gran salto. Una celebración de la maternidad en su forma más pura: dulce, contemplativa, llena de luz suave y anhelo.

Mamá  mide 35cm x 50cm y está enmarcada en espacial blanco con vidrio.

Actualmente en exposición, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires

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